lunes, 23 de septiembre de 2013

Verde


Sigue mi viejo latido
es hoja azul arrancada
de una mata de gemidos
es un pedazo de viento
que dejé en la ventana,
es la luz de una lámpara sin llama
que se esconde en el aceite del olvido.

Sigue mi latido
y se funde en mi ser humano dormido,
ese puente a mitad del río
es una sonrisa sin costa.

Sigue mi latido viejo
es un diamante de negro brillo
oigo la gravedad del roce con su barba de lejos
también es un cielo, ahora para otros campos, amarillo.

Mi latido sigue
toda la maratón de sus besos se esparce en otros besos.
Jazmín que se multiplica en el desaparecido trueno.

Ausencia de cal en los huesos
sutileza de cartílagos de una primavera 

que no dura más que una flor, más que mi latido.

Jose F. Cabrera
22/09/2013

sábado, 7 de septiembre de 2013

Poesía aguada






No quiero escribir una poesía sobre la lluvia,

pero las goteras piden a gritos que abra la puerta, paraguas y cristales hoy lloran por cumplir una función, una función como la del corazón, latir y bombear, hasta el asfalto suena diferente, las suelas mojadas y los pantalones remangados, gente que huye despavorida a los albergues transitorios para mojarse entre cuatro paredes, hoy la heladería quebró, la cafetería hizo su mejor juego, invocó el café con una cucharita batiendo un marrón oscuro a esta locura que cae del cielo, tan marrón café como la tierra que existe debajo de los edificios y estacionamientos privados, no quería hablar de la lluvia, ahora mismo está de sentadita en mi silla, no quería hablar pero ella se mete y destroza la poesía en prosa, desparrama los versos a su antojo, convierte río en mar, el suspiro en suspiro, tiene la potestad de entrar a mi casa sin tener las llaves.

José Cabrera
7/9/2013
Buenos Aires lluvioso