miércoles, 30 de diciembre de 2009

Consuelo en la playa




Vamos, no llores.
La infancia está perdida.
La juventud está perdida.
Pero la vida no se perdió.
El primer amor pasó.
El segundo amor pasó.
El tercer amor pasó.
Mas el corazón continúa.
Perdiste al mejor amigo.
No intentaste hacer cualquier viaje.
No posees carro, navío, tierra.
Pero tienes un perro.
Algunas palabras duras,
en voz mansa, te golpearon.
Nunca, nunca cicatrizan.
Pero, y ¿el humor?
La injusticia no se resuelve.
La sombra del mundo errado
murmuraste una protesta tímida.
Pero vendrán otros.
Todos añadidos, deberías
precipitarte, de una vez, en las aguas.
Estas desnudo en la arena, en el viento…
Duerme mi hijo.

Carlos Drummond de Andrade